Texty: Enrique Bunbury. No Me Llames Cariño.
No me llames carino, no necesito caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar.
Cuando buscaba tu boca, el viento se llevaba mis besos,
se estrellaban contra una roca de obsidiana pura,
dejandome el alma rota, llenandome de amargura.
Cuando buscaba tus manos, quedaba solo en la pista,
me apartabas de tu lado, el baile era con otro,
como si fuera un extrano. Ahora no te conozco.
No me llames carino, no necesito caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar.
Cuando buscaba consuelo, tu no me escuchabas.
Nunca era el momento para mis depresiones,
demasiados lamentos, demasiadas discusiones.
No me llames carino, no necesito caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar. Cada uno en su lugar.
No me llames carino. Ten caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar.
Cuando buscaba tu boca, el viento se llevaba mis besos,
se estrellaban contra una roca de obsidiana pura,
dejandome el alma rota, llenandome de amargura.
Cuando buscaba tus manos, quedaba solo en la pista,
me apartabas de tu lado, el baile era con otro,
como si fuera un extrano. Ahora no te conozco.
No me llames carino, no necesito caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar.
Cuando buscaba consuelo, tu no me escuchabas.
Nunca era el momento para mis depresiones,
demasiados lamentos, demasiadas discusiones.
No me llames carino, no necesito caridad.
Ya no somos unos crios, ya esta todo dicho,
que cada uno siga su camino.
Cada uno en su lugar. Cada uno en su lugar.
No me llames carino. Ten caridad.
Enrique Bunbury
Enrique Bunbury