Texty: Albertucho. Que Se Callen Los Profetas. Frío.
Frio que soldando mis huesos me quema,
frio que en escarcha convierte mis penas,
frio de la angustia de la mala hierba,
que aunque arrancada no muere y se extiende
va acentuando en mil partes lo malo que encuentre.
Frio que defeca en mi espalda y me miente,
frio que caduca en cuanto hay esperanza
sucio se vuelve y comienza a buscarme,
nunca lo pierdo, lo llevo en la sangre.
Pena caida del arbol de nadie,
viento y relente de lo insoportable.
Todo se escapa,
mi amor se hace el interesante.
Y este es el frio que amenaza,
que se esconde en la desgracia del que nunca sentira,
y es el mismo que magulla,
que se infecta en la certeza
y da la mano a la verdad.
Llego nadando a un charco estresante,
desde la orilla distingo al de antes,
nadie se escapa del frio que envenena,
no es redundancia, es verdad verdadera.
Siempre la pena, merece la pena.
Y este es el frio que amenaza,
que se esconde en la desgracia del que nunca sentira,
y es el mismo que magulla,
que se infecta en la certeza
y da la mano a la verdad.
Y este es el frio que amenaza,
que se esconde en la desgracia del que nunca sentira,
y es el mismo que magulla,
que se infecta en la certeza
y da la mano a la verdad
Albertucho
Que Se Callen Los Profetas
Albertucho